Una de las distinciones más sencillas e importantes que propone la PNL es la submodalidad de estado asociado o estado disociado. Esta distinción que se aprende en el Practitioner de PNL, se utiliza posteriormente en muchas técnicas, como: anclajes, puente a futuro, cura de fobias, etc… Y sobre todo en visualización.
Si recuerdas la escena de una experiencia vivida y la ves «en la pantalla de tu mente» como si fueses un espectador de la escena, o sea que te ves a ti mismo allí. En PNL decimos que visualizamos la imagen de forma disociada.
Sin embargo si recuerdas esa escena, desde tu propio punto de vista, viendo lo que veías en esa situación, oyendo lo que oías y sintiendo lo que sentías, decimos que estamos visualizando de forma asociada.
Al visualizar una experiencia de forma asociada, la intensidad del recuerdo es más profunda que cuando lo recordamos de forma disociada. Ya que de forma asociada, al poder ver, sentir, oír, saborear e incluso notar las sensaciones que tenemos en nuestra piel; podemos evocar y conectar instantáneamente con las emociones que teníamos en aquel momento como si las estuviésemos viviendo en este mismo instante.
En PNL utilizamos muy frecuentemente, por no decir siempre, las sensaciones que sentimos en determinados momentos, que son las que nos conectan a las emociones. Conectados con esas emociones podemos encontrar los recursos necesarios para modificar en lo posible el recuerdo de nuestras vivencias y también para trabajar con nuestros objetivos.
El conocer y utilizar esta distinción que propone la PNL, nos ayuda a vivir una vida más satisfactoria. Es muy recomendable asociarnos a las experiencias agradables, para revivirlas plenamente (estado asociado) y poder ser conscientes de qué es lo que hacíamos y como lo hacíamos en aquel momento para sentirnos así, de forma que podemos modelarnos a nosotros mismos. Y es también un recurso de ayuda, disociarnos de las experiencias desagradables, para aprender de ellas (estado disociado).
