Cuando percibimos la realidad, lo hacemos a través de los 5 sentidos, e inconscientemente aplicamos una serie de filtros a esa información.
Una vez filtrada, a esa información le asignamos un significado.
Esos filtros perceptivos que aplicamos al captar la realidad, vuelven a estar presentes cuando comunicamos nuestra percepción a otras personas.
Los efectos de estos filtros en la comunicación se clasifican en tres categorías:
- Omisiones (selección de información)
- Distorsiones (deformaciones de la información)
- Generalizaciones
En PNL llamamos metamodelo del lenguaje a un conjunto de preguntas que, a partir de lo que dice una persona («estructura de superficie»), nos permiten reunir información precisa sobre la experiencia de esa persona (significado de la situación, «modelo de mundo», o «estructura profunda»). Con el fin de conseguir comprender de forma precisa cómo es el «modelo del mundo» que ha construido esa persona sobre la situación.
Las preguntas del metamodelo, nos ayudan a recuperar esa información que falta, o que la otra persona transmite de forma distorsionada.
Estas preguntas indagan sobre lo que dice la persona, para tener información precisa de su experiencia y comprender mejor su modelo del mundo, para esa situación.
Este modelo de comunicación es útil al menos en tres niveles diferentes:
- Conocer el “mapa» de la otra persona
- Ayudar a «ampliar su mapa» a la otra persona
- Ayudar a la otra persona a «ablandar» y cambiar creencias limitantes.
También puede utilizarse con uno mismo, aplicándolo a nuestro propio diálogo interno.
El metamodelo del lenguaje se estudia y se practica en los cursos de Practitioner de PNL y Master de PNL.
El siguiente video ilustra una de las categorías de filtros de los que hablábamos antes: las omisiones.
Este concepto se desarrolla con más profundidad en el curso de Practitioner en PNL.