Una de las bases de la PNL es que la experiencia es subjetiva. ¿Y a qué nos referimos cuando decimos que la experiencia humana es subjetiva?
Todo el mundo estará de acuerdo con que las personas humanas somos diferentes, con diferentes puntos de vista, con diferentes capacidades de percepción de nuestros sentidos. Hay personas con más agudeza visual, otras con más oído musical, otras con mayor capacidad de sentir emociones, etc.
También podemos estar de acuerdo con que las experiencias, los hábitos o habilidades desarrolladas en nuestra vida condicionan nuestra forma de vivir las diferentes situaciones vitales. Si alguien se dedica profesionalmente al diseño gráfico, su grado de entrenamiento a observar colores y formas quizás le dará más facilidad de fijarse en esos detalles más visuales que alguien que se dedique a componer música.
Supongamos que muchas personas asisten a una misma fiesta, sometidos a muchos estímulos externos y, a la salida, alguien va preguntando a cada una de las personas: «¿cómo ha sido tu experiencia en esta fiesta? Aunque habrá diferencias entre las diferentes respuestas , seguramente coincidan descripciones generales sobre si había mucha gente, el tipo de música, si había comida o no, etc.
Pero cuando las personas empiecen a valorar y a opinar empezarán a ser obvias las diferencias. Las personas podrán coincidir en si la temperatura era alta o no. Pero aún siendo la misma temperatura para alguien puede haber sido agradable y para otro sofocante.
Si concretamos más en la idea de experiencia subjetiva , haciendo un zoom y mirando más en la experiencia de las personas.
La experiencia profunda
Hay un nivel de experiencia subjetiva más profunda. Está relacionada con aspectos como el estado de ánimo y las experiencias vividas que nos condicionan emocionalmente (quizás una música nos gusta pero si nos recuerda una situación triste no disfrutamos cuando la escuchamos).
Respondemos a preguntas como: ¿cuando has notado que tenías ganas de comer? o ¿cómo y cuando hemos ido a buscar a alguien porque teníamos ganas de hablar un rato? o ¿qué temas has escogido para hablar o cuando han aparecido sensaciones de aburrimiento o de diversión?
Nos damos cuenta que estos aspectos todavía pueden ser más subjetivos porque dependen de pautas y aprendizajes que pueden venir de nuestra infancia y muchos pueden ser inconscientes.
Para darnos cuenta de estos aspectos puede ser necesario un cierto grado de entrenamiento en el auto-conocimiento y la auto-observación.
La PNL proporciona una forma muy elegante : el metamodelo del lenguaje, para explorar y tomar consciencia de las pautas y estrategias personales de comportamiento. El metamodelo de lenguaje constituye un conjunto de pautas lingüísticas y preguntas para investigar el origen de nuestras creencias y nuestra forma de interpretar el mundo que nos rodea, basadas en las experiencias subjetivas de cada uno.
Puede parecer difícil de entrada pero la práctica de esta capacidad de auto-consciencia que todos tenemos es la puerta para modificar conductas automáticas. Esto nos permite vivir más alineados con nuestros valores y gozar de aquello que nos hace sentir más felices.