La PNL y la Flexibilidad

¿Cómo vas de flexibilidad?

¿Te ha ocurrido alguna vez que haces una propuesta a alguien y esta persona la rechaza de forma intransigente?

¿O alguna vez has rechazado de forma intransigente la propuesta de otra persona?

¿Te has fijado en lo que ocurre cuando nos rechazan alguna idea o propuesta? ¿Has notado que parece que el cuerpo se contrae? Y aparece un nudo en el estómago, tensión en los hombros o cervicales, ¿tal vez? También suelen aparecer emociones y sentimientos como el enfado, la tristeza, el miedo, la impotencia, etc.

Cuando topamos con alguien intransigente, inflexible, lo notamos y nuestro cuerpo se resiente.

Y, al contrario, cuando estamos en un aparente callejón sin salida y alguien tiene una idea que parece genial, una idea que permite avanzar y encontrar soluciones. ¿Te has fijado que parece que el pecho se ensancha y podemos respirar mejor?

Podríamos decir que la flexibilidad es la capacidad de adaptación al entorno, sin “luchar contra él”, aceptando lo que hay y encontrando formas eficaces de aprovechar las circunstancias a nuestro favor.

“Si la vida te da limones, haz con ellos una limonada”.

En cualquier sistema la parte más flexible es la que más influye en el sistema.

¿Y esto qué quiere decir?

La flexibilidad es más que una elección, es una habilidad o capacidad de adaptarse rápidamente a cambios en el sistema.

En un entorno de relaciones la flexibilidad viene al ampliar las propias creencias, las propias normas y valores, dando espacio a otras opiniones y posibilidades.

Cuando en un grupo alguien se fija en una sola posibilidad, es posible que eso genere nerviosismo y necesidad de ponerse a la defensiva de otras personas del grupo.  Un enfoque flexible ayuda a que las personas se relajen y puedan aceptar a su vez propuestas nuevas. Flexibilidad no implica renunciar a la propia posición, sino permitir una ampliación de posibilidades. Igual que en comunicación, la comprensión no significa aceptación, ni la aceptación significa “rendición”, la flexibilidad permite encontrar soluciones “fáciles”.

La flexibilidad es hacer cambios a su propio ritmo, da sensación de apertura, se activa la creatividad, facilita la empatía y también la empatía facilita la flexibilidad.

Ser flexible implica observar el entorno y aprovechar las condiciones que sean más favorables para avanzar en una forma de ganar-ganar.

La flexibilidad es un factor importante para hacer las cosas más rápidas y efectivas. Y, por tanto, también es un factor importante de éxito y felicidad. Es un signo de confianza en uno mismo.

Cuanta más confianza tenga en mi capacidad de respuesta y adaptación más fácil es enfrentarse a nuevas situaciones en la vida.

Eulalia Robert

Este artículo fue publicado en:

https://9magazin.el9nou.cat/com-anem-de-flexibilitat/

Eulalia Robert
Eulalia Robert
Profesor Didacta PNL / Coach Certificada

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